lunes, 18 de mayo de 2015

Piano, armónica, violín.

Como el dulce sonido 
de una armónica
junto a un piano
Se crea 
un sentimiento 
de certeza.

Un engaño 
de tu promesa:
Nunca me iré 
y jamás dejaré 
que te vayas.
Ahora te vas 
y me dejas atrás.

Las notas 
van construyendo 
una suave melodía.
Como las teclas de un piano
rotas
creas una destrucción.
El violín suena
pero no
alcanzará la grandeza.

Porque tus teclas
aun marchitas
llegan
a la melodía
que a mí me suscita
a la eterna
alegría.

Piano enloquecido
difícil de acompañar
no dejas que este testarudo
te llega a demostrar
cuan dispuesto 
esta a llegar 
por tu tierno sonido
volver a escuchar.










No hay comentarios:

Publicar un comentario