Como el dulce sonido
de una armónica
junto a un piano
Se crea
un sentimiento
de certeza.
Un engaño
de tu promesa:
Nunca me iré
y jamás dejaré
que te vayas.
Ahora te vas
y me dejas atrás.
Las notas
van construyendo
una suave melodía.
Como las teclas de un piano
rotas
creas una destrucción.
El violín suena
pero no
alcanzará la grandeza.
Porque tus teclas
aun marchitas
llegan
a la melodía
que a mí me suscita
a la eterna
alegría.
Piano enloquecido
difícil de acompañar
no dejas que este testarudo
te llega a demostrar
cuan dispuesto
esta a llegar
por tu tierno sonido
volver a escuchar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario