viernes, 31 de julio de 2015

A contraluz.

Ella estaba a contraluz del sol,
como a mi me gustaba,
pude observas su figura
su pelo hondeando al viento.
Yo la miraba,
me moría por besarla,
pero no me moví,
sabía que no había posibilidad
de mejorar ese momento.

Ella me miró,
su sonrisa me cautivaba,
casi en el abismo le agarré
su cintura inquieta,
le mire fijamente
notaba la brisa pasar
entre nuestras narices
entre nuestros labios.

En la cima del mundo
ahí me encontraba,
el sol seguía acariciando su espalda
seguía contorneando su precioso cuerpo.
Quería sentirme libre,
libre encerrado junto a ella;
quería volar
y morir junto a ella.

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