Droga.

Hablan los nómadas,

sin saber el verdadero poder

de la dulzura de tus labios,

y sin saber lo que son ellos mismos,

sin saber el significado de su ser.

Maldito nómada inepto

no sabes apreciar lo que tuviste.

Controlaste,
dominaste
hasta enloquecerla.

Tóxico tu ser,
la  adicción en ella,
mi lucha eterna.
Absurda y perdida.

La cerveza fluye

como el río más caudaloso,

como el viento más bravío,

tocando tus tiernos labios.

La cerveza fluye

como el río más caudaloso,

como el viento más bravío,

tocando tus tiernos labios.

Recuerdo su sabor
 con cada café.
La encuentro entre cada droga,
entre cada muerte de mi arriesgo,
entre cada sueño despierto.

No pretendo gobernarte, mujer
solamente busco vivir
entre tu peligro,
entre el rizo que le das a la vida.

Buscaré la desintoxicación,
o tuya, en mí;
en mía, en ti.