jueves, 21 de enero de 2016

Tirado y borracho.

Me encuentro tirado bajo tu portal,
la noche no puede ser más dolorosa,
no me queda más whisky
donde ahogar palabras.
El frío inunda mi piel
de escalofríos,
y de lágrimas, mis ojos.

No quería verte partir,
créeme cuando te digo
que no hay frío comparado
con tu ausencia,
créeme cuando te digo
que soy feliz contigo
que no puedo articular palabra escrita
junto a ti.

El pobre diablo en el que me he convertido
con el alma impregnada de desgarros,
de valentías arrastradas por el suelo,
de venas cortadas y gangrenadas,
no para de gritar y sufrir.

Sigo borracho bajo tu portal,
sin saber qué hacer,
sin saber
 si te desvelarías por estar un rato conmigo,
sin saber
 cuantos cigarrillos me quedan.
Agonizando,
esperando a que bajes
y me muerdas.

Ahora,
el roce de tu piel  me hace llorar,
no comprendo lo qué pasa.
Me siento en un estado de espera
en esta calle oscura
sin poder explicar
por qué siento aún esto
por qué mi alma no puede borrar
sin reírse en mi cara.

Quiero volver a sentir
tus huesos en esta batalla,
quiero dejar de sentir el frío
en mi interior en esta calle oscura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario