sábado, 5 de diciembre de 2015

El sonido de esa Melodía

El dolor de incertidumbre,
es sin duda
el miedo que le corroe.
marchitando
cada ápice de su ser.
Y,
aunque no comprenda,
el interior que llevan
no piensa abandonarla
en el miedo de la oscuridad,
no,
mientras el sonido
de esa melodía
siga entrando en el cuarto,
entre el hueco las cortinas.

Melodía entre sus voces
flotando por el espacio,
suena entre los sueños
en el momento de su unión,
cerrando los ojos,
entre sueños y pesadillas
hallados,
encerrados.

Por siempre cerrando los ojos,
sin echar de menos lo que ven,
sino lo que sienten
al tocarse la piel.

Con cada paso que da,
con calma,
vivirá aunque el tiempo
pase y pase;
con su ausencia,
morirá en el mismo instante
el que la presencia desaparezca,
relativamente,
situado entre
la espada y la pared
entre la amargura y la tristeza
entre tu presencia y tu ausencia.

Delirando entre la noche
y el alcohol,
¿ y qué pasa si no puedo olvidarte?
Intentaré quemar mi garganta
al ritmo del sonido
de la melodía de tu nombre.

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